domingo, 22 de enero de 2017

862: Chistes anillados

Gandalf contempla desde una ventana a una  bella elfa boca arriba y semidesnuda gemir como una loca en su habitación. Entonces Gandalf piensa.
-Jo, cómo me gustaría tirarme a una elfa. Ya sé, me convertiré en una nube de polvo, me acerco a ella, me la tiro en cuestión de segundos y me largo.
Una vez piensa que su idea tiene el éxito garantizado, pronuncia las palabras mágicas, vuela en forma de nube hacia la elfa, se la tira a gran velocidad y se aleja.
Acto seguido, la elfa se levanta y dice:
-Juer! Qué ha pasado!
Entonces Frodo se quita el anillo y dice:
-No sé!   Pero tengo el culo destrozado!!!


Esta es la historia de un rohir que fue apresado por los orcos. El Gran Jefe Orco le dijo que podía elegir entre tres tipos de tortura, que durarían hasta el fin de sus días.
El hombre fue conducido por el Gran Jefe a la primera sala de torturas, donde un enano estaba siendo azotado con cadenas.
"Paso al siguiente", dijo el rohir.
En la siguiente sala, un elfo estaba colgado de los brazos y lo estaban azotando con un látigo con puntas de hierro. El hombre dijo que no con la cabeza.
Finalmente, pasaron a la última sala, donde otro hombre estaba atado a la pared, totalmente desnudo. Una mujer elfa escultural le estaba prácticando sexo oral. El rohir dice:
"Sí, sí, me quedo con esta".
El Gran Orco le preguntó:
"¿Estás seguro? Te recuerdo que esto durará toda tu vida".
"Sí, estoy seguro."
"Bueno", acepta el Gran Orco encogiéndose de hombros.
El Orco caminó hasta donde estaba la hermosa elfa, le tocó el hombro y le dijo:
"Ya llegó tu reemplazo". 

Legolas y Gimli van a una casa de putas en Edoras, y cada uno pasa la noche en habitaciones contiguas.  Legolas queda decepcionado porque no consigue alcanzar una erección. Su depresión aumenta por el hecho de que desde el cuarto de Gimli escucha gritos de ¡UNO, DOS, TRES... UPA! ¡UNO, DOS, TRES... UPA! durante toda la noche.
La mañana siguiente Gimli le pregunta a Legolas :
-¿Cómo te fue?
Y éste le contesta:
-Fue algo muy penoso. Simplemente no pude conseguir una erección... tú en cambio no has parado en toda la noche, ¿verdad?
Gimli se le queda mirando y dice:
-¿Y tú crees que lo tuyo fue penoso? ¡Yo ni siquiera pude subirme a la cama!


En el bello y apacible Rivendell, Elrond, viendo que su hija Arwen había elegido un destino mortal debido a su amor por Aragorn, y viendo que el intrépido montaraz no volvía de sus viajes, decide celebrar una reunión, con el propósito de encontrar un nuevo novio a la dulce Arwen. El día elegido por Elrond llega, y en Rivendell se dan cita todo tipos de pretendientes de Arwen, desde bellos elfos de Lorien, hasta orcos, pasando por humanos, hobbits, enanos, trolls y algún que otro nazgul.
Reunidos todos en el salón principal, Elrond habla a los presentes:
- Os he reunido aquí con el propósito de encontrar un novio para Arwen y así poder nombrar mi sucesor para cuando parta para el Occidente.- Todo el mundo ruge de alegria, y a algunos le hacen los ojos chirivitas.
- Para elegir a mi sucesor, os propongo una prueba. Aquel que cace al Gran Ciervo Blanco, que ronda por estos parajes, será mi sucesor. Y para poder cazarlo, contamos con la inestimable ayuda de Glorfindel, que imitará el berrido de la Gran Cierva Blanca en celo. Mañana al amanecer partiremos a cazarlo.
Todo el mundo aúlla de alegría, y marchan a preparar sus armas para el dia siguiente.
Al día siguiente, todos los reunidos el día anterior en Rivendell parten para cazar el Gran Ciervo Blanco.
Al llegar a los parajes donde habita el Gran Ciervo Blanco, Glorfindel, feliz por tener algo de protagonismo, sube a un monte e imita el berrido de la hembra del Gran Ciervo Blanco. Al rato, aparece tan magnífico animal, y los pretendientes de Arwen se lanzan como locos, con sus espadas, lanzas, flechas, dagas, etc... Pero ninguno de ellos afina lo suficiente su puntería, y el Gran Ciervo Blanco consigue huir. Todos vuelve desilusionados a Rivendell, donde Elrond anuncia que al día siguiente se repetirá la caza, y que Glorfindel se presta de nuevo a imitar a la hembra del Gran Ciervo Blanco. Todos los cazadores se alegran y perjuran que cazarán al animal.
Así, a la mañana siguiente, todos parten, y al llegar al lugar indicado, Glorfindel imita a la hembra del gran Gran Ciervo Blanco, que aparece al instante. De nuevo todo el mundo se lanza a un ataque fiero y alocado, pero ninguno acierta a cazar al animal. Elrond, decepcionado, decide que la operación se repita todos los dias hasta que se cace al Gran Ciervo Blanco. Pero los días pasan y nunca logran cazarlo. Así, pasadas dos semanas, Elrond reúne a todos los cazadores, y les habla, un tanto mosqueado:
- Mañana volveremos a la caza. El que cace al animal será mi sucesor y marido de Arwen. Pero por favor, afinad la puntería que el Gran Ciervo Blanco lleva dos semanas dándole por el culo a Glorfindel.


Paseando por un pueblo de La Comarca, Gandalf observa que solamente hay hombres hobbits y le pregunta a un lugareño:
- Oiga amigo, veo que aquí no hay mujeres hobbits, ¿cómo hacen para disfrutar algo de sexo?
-¡Ah!, pues muy fácil Sr. Gandalf, todos los domingos vamos al río.
Extrañado, el domingo siguiente, Gandalf acude al río y ve una fila larguísima de hobbits haciendo cola, según se va acercando observa con sorpresa a ¡un burro en el río! Gandalf piensa: “Pobres hobbits, hasta donde pueden llegar por un poco de sexo”. Se acerca al burro y todos le dejan sitio, siente las miradas de los hobbits expectantes y uno le dice:
- Adelante, Sr. Gandalf, usted primero.
Entonces piensa:
- ¡Mierda! todos esperan que lo haga aquí mismo… bueno si no hay más remedio, al menos les enseñaré un poco de educación”.
Así que empieza a acariciar al burro, le da besos, se levanta la casaca y empieza a empujar, susurrándole palabras bonitas. Todos lo miran con asombro, murmuran y se miran entre sí, a los cinco minutos uno de los hobbits se le acerca y dice:
- ¿Todavía le falta mucho, Sr. Gandalf?
Y contesta:
- Si, si, ya acabo, ¿por qué?
- Es que este burro es el que nos cruza el río; al otro lado está el puti-hobbit-club.


Arwen y Éowyn les dijeron a sus esposos que saldrían esa noche, que no era junto que sólo los hombres se diviertan en la taberna. Se van y en la taberna se dan tremenda borrachera. Así que como no podían montar sus caballos deciden regresar a pie. En medio camino le dan ganas de mear a las dos y se dirigen entre unos arbustos. Para el caso que era un cementerio, entonces Éowyn orina y se quita las panties para limpiarse, pero a Arwen no sólo le dan ganas de mear sino también lo otro, así que se quita las panties y se limpia, pero faltó, así que toma de uno de los ramos la cinta de rosón.
Al otro día Faramir llama vía Palantir a Aragorn y le dice:
-- Parece que estás nos han sido infieles: Éowyn llegó sin panties.
-- Ja - se rie Aragorn - Eso no es nada, Arwen llegó sin panties y con un rosón en el culo que decía: Nunca te Olvidaremos.

Autor: Eönwë: Heraldo del Estandarte de Manwë

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