—Disculpe, pero… ¿Quién es usted?
—No entiendo, ¿no quería usted
entrevistarme?
—Disculpe, yo vine a entrevistar a
Satanás y usted no lo es
— ¿Cómo que no lo soy?
—Usted no tiene cola, orejas
animalescas, barba y pies de chivo, cuernos, y alas de murciélago
—Jajaja, veo que eres católico,
fíjate que esos aditamentos me los añadieron a partir del año 1000. En la Edad
Media mi figura más icónica era el de ser rojo, con cola, cuernos y tridente.
Esa figura es la mezcla de la cultura erudita de los monjes y teólogos
medievales con la cultura popular viciada de supersticiones y paganismo. Esa
extensa iconografía da testimonio de la lucha teológica y política, muchas
veces violenta, que hace emerger poco a poco la figura de un señor terrible,
que subyuga a los hombres y mujeres en la maldad. Mi imagen señorial y
majestuosa, incluso inhumana, emerge lentamente en el proceso
de consolidación del poder papal y de la figura del rey autocrático,
capaz de resistir a un dios de la maldad cada vez más poderoso y antagonista de
la paz y del orden
— ¿Los curas nos han engañado?
—Eso no lo sé. Lo que sí sé es que
usted no está capacitado para entrevistarme.
genial... y quien podría entrevistarlo no? un político? jaja... saludos...
ResponderEliminarme gusta asi de corto y verbal
ResponderEliminarEs fenomenal
ResponderEliminarNo se puede entrevistar con tabús preestablecidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial!!
ResponderEliminarBesos
Qué diferente sería todo si continuáramos creyendo que el diablo es azul...
ResponderEliminarMaldito Luis capeto.
Saludos,
J.