Donde hubo amor, queda rencor, y
quien diga lo contrario o no sabe nada de la vida o se engaña a sí mismo y al
resto de las personas que crean las estupideces que dice.
Los finales felices son finales
inconclusos y son la semilla del sufrimiento que, de no erradicar a tiempo, nos
hará mucho daño tarde o temprano.
«… pero podemos ser amigos…»
Si has sido tú quien ha pronunciado
esas palabras, eres un insensato.
Acabas de cruzar el umbral hacia el
infierno para que las criaturas del inframundo arranquen tu corazón palpitante
y se lo coman mientras todavía te mantienes lo suficientemente consciente como
para disfrutar del espectáculo en primera fila.
Si ha sido ella la que ha pronunciado
esas palabras malditas, tu alma aún
tiene salvación.
Te encuentras en un momento crucial
para el resto de tu vida y debes ser taxativo al cien por cien. La única y más
acertada respuesta es una negativa rotunda, a pesar de que sientas unas ganas
irrefrenables de decir que sí, que suene una musiquita y todas esas huevadas
que las películas nos han introducido como un enema.
Ella no te quiere como amigo, o al
menos como un amigo real, y créeme cuando te digo que tú tampoco la quieres de
esa manera.
Hazme caso, te habla la voz de la
experiencia.
No opino yo igual que tú, aunque me taches de lo que quieras y nos llevaría horas discutiéndolo.
ResponderEliminarYo también creo que es muy difícil ser amigos sobre todo al principio.
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