jueves, 10 de enero de 2019

0315: lecturas licticas


Donde hubo amor, queda rencor, y quien diga lo contrario o no sabe nada de la vida o se engaña a sí mismo y al resto de las personas que crean las estupideces que dice.
Los finales felices son finales inconclusos y son la semilla del sufrimiento que, de no erradicar a tiempo, nos hará mucho daño tarde o temprano.
«… pero podemos ser amigos…»
Si has sido tú quien ha pronunciado esas palabras, eres un insensato.
Acabas de cruzar el umbral hacia el infierno para que las criaturas del inframundo arranquen tu corazón palpitante y se lo coman mientras todavía te mantienes lo suficientemente consciente como para disfrutar del espectáculo en primera fila.
Si ha sido ella la que ha pronunciado esas palabras malditas,  tu alma aún tiene salvación.
Te encuentras en un momento crucial para el resto de tu vida y debes ser taxativo al cien por cien. La única y más acertada respuesta es una negativa rotunda, a pesar de que sientas unas ganas irrefrenables de decir que sí, que suene una musiquita y todas esas huevadas que las películas nos han introducido como un enema.
Ella no te quiere como amigo, o al menos como un amigo real, y créeme cuando te digo que tú tampoco la quieres de esa manera.
Hazme caso, te habla la voz de la experiencia.

2 comentarios:

  1. No opino yo igual que tú, aunque me taches de lo que quieras y nos llevaría horas discutiéndolo.

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  2. Yo también creo que es muy difícil ser amigos sobre todo al principio.

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