El otro día me causa gracia ver a Capullito enfrentándose a otros más grandes y de mayor peso que él, sus gritos de protesta y sus gruñidos de rabia, no sé cómo y por qué pero ahuyentaba a los intrusos.
La perra de la mujer de Gustavo está en celo y solo la separa del placer la reja de cobre, los perros se han anoticiado de la novedad y todos en tropel acuden presurosos a la reja de cobre y allí orinan para marcarlo como su territorio.
Capullito, corre de su casa a la reja de cobre y allí se enfrenta a la jauría de los forasteros y sus latidos y gruñidos dicen claramente: ¡la chica es solo para los del barrio!
Lo que Capullito ignora es que a las chicas les gustan los forasteros. Basta que divisen a uno para que comiencen a mover las caderas, zangolotear las tetas, bizquear y sonreír bobaliconamente.
Es que Capullito olvida que también a él y a otros les agradan las foráneas y actúan con su mejor repertorio de donjuanes en ciernes.
Yo le preguntaba a Gustavo, que sucedería si las mujeres entrarán en celo, él muy cauto me respondió que muchos se quedarían con las ganas, ya que la procreación hace que las hembras elijan a los más aptos para ser padres. Y la selección está basada en la fortaleza, fuerza e inteligencia de los elegidos. Me dice que en los tiempos antiguos los grandes guerreros servían como sementales.
Claro que con el paso del tiempo los instintos de conservación de la raza se han debilitado de tal forma, que hoy cualquier tipejo minúsculo pero con plata puede cogerse a la hembra más hembra que quiera y por más alto, fuerte e inteligente pero pobre… solo deberá contentarse con lo que se le ofrezca en la barra del bar más cercano a su casa.
Capullito continúa expulsando de la reja de cobre a los forasteros…
jajaj...y no, no, no.
ResponderEliminarLas mujeres instintivamente seguimos buscando un buen semental para la procreaciòn. En todo caso luego de cumplida esa tarea, pueda, y no generalicemos, que nos guste pegarnos una vueltita mas relajada con un tipejo que como no tiene otra cosa, tenga que ponerle todo a sus pies.
Hay de todo vea, yo he elegido a un fuera de serie que anda en bicicleta! jaja... el resto me lo genero solita.
Saludos.
"La perra de la mujer de..." luego explicas, en un primer momento interpreté cierta antipatía por la mujer de, ja, ja.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Alicia
jajajaja!!!!!
ResponderEliminarQue manía la tuya de generalizar jajaja!!!!
Yo no sé si los instintos de conservación de la raza se han debilitado o refortalecidos
Lo que sí sé, es que la selección de la mujer, sus porques, sus para que, son nuestro "divino misterio"...mucho más misterioso que el de la Santisima Trinidad jajaja!!!!!!!
No confieses en reglas ni consejos, que nos quieran tabualar jajajajaja
Besotessss grandes!!!!!!!!
Para procrear, siempre resultará atractiva y seductora la inteligencia, mezclada con un par de formados músculos...Lo segundo, lo dejo para la imaginación y criterio de cada una.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cariño, la plata es hoy el músculo de ayer, al menos en algunos casos
ResponderEliminarYo también tengo una perra. Ella eligió el perro más feo del barrio!!! Salieron unos engendros :S
ResponderEliminarLos músculos, la inteligencia y el dinero son afrodisíacos muy apropiados para una mujer moderna!Ja!
Un beso
Maribé
¨Hoy cualquier tipejo minúsculo pero con plata puede cogerse a la hembra más hembra que quiera¨ puedes encontrar muchos de esos ejemplares en el fútbol soccer que por más feos que estén se traen cada mujer que siendo pobres en su vida jamás tendrían.
ResponderEliminarPor lo general somos las mujeres las que escogemos a los mejores hombres aunque les hacemos creer que fueron ellos los que nos escogieron a nosotras ja.
Beso.