Empezare diciendo que Él no soy yo. En la entrada anterior ustedes leyeron lo que decía Él y reitero que no se trata de mi; en esta entrada por la posterior aclaro la galimatías.
Yo jamás podría ser Él, porque Él es diferente de mí. Él posiblemente se enamoró, en cambio mi yo jamás en un mamotreto. Posiblemente muchas están enamoradas de Él. Y también de mí; no olviden que existen personas que se enamoran de cualquier disparate.
La diferencia entre los dos se ve a la legua: Él sufre y en cambio mi yo, no; y baso esa aseveración en lo que dijeron de mi algún mujerío: que tengo corazón de hielos unas; otras que es de piedra y las más que no tengo corazón.
Cuando concurrí donde Gustavo y le invoque con mi clamor y con mi interrogante de que carezco de corazón, Gustavo replico iracundo que ningún animal puede vivir sin corazón.
Como ven yo también tengo mi mucosita cardiaca que sopla la sangre por mis arterias, aortas y demás canalillos para que pueda tener levantamiento como cualquier viril.
Ustedes han leído qué Él, anda preocupado y pensando en la complacencia de ella; en cambio yo no ando tan preocupado como Él.
Porque finalmente todos tenemos algunas preocupaciones, cuando las leo a ustedes me doy cuenta al hilo que muchas temen ser coronadas, otras abandonadas, otras escriben poesías donde cantan como él las acaricia y las besa y lo complacidas que ellas se sienten ante estos menesteres y lo hacen simplemente para que él lo lea y vea que saben apreciar su trabajo y no se vaya por ahí.
También anduvieron quejumbrosas cuando les sugirieron ahorrar electricidad y a fin de año miles de focos en arboles se cagaron en su ahorro y en el cambio climático.
Otras claman por su soledad y otras dicen que se encuentran desorientadas y que no saben si ponerse falda o pantalón. Y no falta aquella, que se estrella en los deportes para así librarse del desasosiego de las noches solitarias.
Quien esté libre de dudas que lance la palabra acusatoria, yo jamás de los jamases dije lo que ellas dicen, ya que mi lema es: “en boca cerrada no entran moscas”. Quizás, por ahí, por descuido, o apresuramiento al leer han creído entrever, o han leído entre líneas que yo padeciese algún mal de amores, puedo decir claramente que no se referían a mí sino a Él.
Como ustedes han podido apreciar existe una distancia sideral en lo que es ÉL y lo que yo jamás podre ser.
Menos mal que tienes esa mucosita cardíaca que late...! Jahajajaahaja
ResponderEliminarMe encantó el título del post!
El mal de amores puede afectarnos varias veces en la vida, a veces de a dos o tres males a la vez jeje
Si TÚ no eres ÉL, ¿quién eres TÚ?
Un beso...para los dos ;)
Maribe
Si tu no eres él, él no eres tu entonces me he quedado perpleja porque le he venido comentando al tauromquico que no es el tauromquico y ahora ya no sé quien es.
ResponderEliminarEspero que yo si sea yo.
¿ESTAS SEGURO DE QUE EL NO ERES TU?SALUDOS DE YO
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