jueves, 31 de marzo de 2011

101: PENSAR EN CUANTO HA CAMBIADO UNO, Y COMO LAS OTRAS PERSONAS Y COSAS SE HAN TRANSFORMADO NOS LLEVA A LA HORRENDA CERTEZA DE RECONOCER QUE TODO ESTA IGUAL

Su hoja de ruta es tan simple como mema. El es un pedazo de pan y por lo mismo bastante ingenuo y siempre temeroso de ofender con sus palabras opta por el silencio chupándose sus heridas.

Un día se atrevió a desnudar su padecimiento y esta es su mentecata relación:

Eustaquio es el fruto de una relación disfuncional y en el entendido de querer hacer mejor las cosas, cambio de aires, y cambio de fantasmas.

Se emparejo con una paisana fruto de un hogar donde las cosas y los hechos están fuera de norma y en ese entendido la trato con cariño, amor y pasión dándole a ella, lo que se le había negado antes.

Las cosas al principio caminaron un trecho con mucho ánimo y sexo, tropezando de vez en cuando con reglas aliterativas e isosilábicas que ella ponía al paso en vez de apoyarlo con moderación y con incordiación “como robando a Pedro para pagar a Pablo”.

Acá viene al pelo ese dicho que dice: “¿para qué llevar leña al monte?” y en ese acápite es donde Eustaquio cometió la barrabasada de actuar de una manera sincopada con su peor es nada.

Pero por más que el trataba de caminar al ritmo de la nueva ola, sus familiares políticos lo hacían con otro ritmo y como es de suponer se armó un estropicio de sonidos y pasos que nadie jamás imagino que acabarían donde acabaron y para colmo lo coronaron a Eustaquio.

Y luego supe que lo cauterizaron diciéndole: “para emparejarse lo mejor es hacerlo con una mujer de tu ciudad y mejor si es de tu barrio y mucho mejor si es de tu calle”. Y él se defiende diciendo: “Para el mal que hoy acaba, no es remedio el de mañana”

Podemos finiquitar, expresando: “Es la tristeza del que, yendo a una fiesta, ha calculado mal el tiempo y el camino, y llega cuando los demás regresan llevándose aquél poco de felicidad que se había prometido”

4 comentarios:

  1. Si no mal entendí creo que la infidelidad nunca es buena jeje menos para el que porta los cuernos jaja.


    Pobre Eustaquio.

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  2. ¿Una chica de mi calle?
    Prefiero viajar ocho mil kilómetros en busca de un desencanto que chocármelo cada mañana camino al mercado.

    Sin duda que todo está igual… un poco más abollado, tal vez, pero como es interno no se nota.
    D.

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  3. ¿para que llevar leña al monte?

    Me dejaste atrapada.


    Besos

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  4. Referente al título sin duda que todo está en constante transformación (como la canción "todo se transforma") y claro que igual de tanto transformarnos y cambiar al final regresamos al mismo punto de partida, el chiste creo yo es saber elegir con quien, y hacia donde pensamos avanzar.

    Es cierto que nos podemos plantear muchos objetivos, pero si no lo hacemos de una manera correcta por mucho que tracemos el camino a seguir la meta aún nos quedará lejos. En el caso de Eustaquio, busco sin encontrar lo que en realidad necesitaba, y el querer llevar lo mismo que tenía cerca lo dejo atrapado entre una mal elección y un engaño.

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