martes, 22 de marzo de 2011

98: EN EL RUEDO, EL MATADOR APUNTÓ CON SU ESPADA Y AVANZÓ CONTRA SU TERRIBLE ADVERSARIO CON LOS LENTOS E INEVITABLES PASOS DEL DESTINO

Se nos enseñó que debemos ser sinceros. Pero al mismo tiempo también nos dicen que debemos ser caritativos. Y finalmente nos impusieron también como regla el decir la verdad.

Sinceridad. Modo de expresarse libre de fingimiento.
Caridad. Actitud solidaria con el sufrimiento ajeno
Verdad. Conformidad de lo que se dice con lo que se piensa

Se dan cuenta del fardo que han puesto sobre nuestras conciencias, esas personas desalmadas al inculcarnos esas reglas de conducta, con razón se dice que el camino al infierno está empedrado con buenas intenciones.

Vamos a entrar al campo hipotético, no estoy hablando de ninguna de ustedes. No voy a decir: “me lo contó un pajarito” o aquello que una amiga cuando charla con su amiga, le dice, qué: alguien le comento qué; y lo hace para ver la reacción de su amiga; y luego con una tercera comenta y le dice: ¡vieras la cara que puso! Y en función a un gesto, nace una murmuración que finalmente llega a oídos del copuchento hipotético-cornudo y se arma la grande.

Supongamos que un cojonudo le pregunta a la amiga de su esposa si le gustaría hacer el amor con él (que se muere de ganas de cogérsela), la interpelada tendría que sopesar la sinceridad, la caridad y la verdad para dar la respuesta. Honestamente hablando a cualquier mujer le agrada este tipo de proposición pues hace que su vanidad se infle como un globo.

Pero ella debe primero pensar en ella misma. Y responder con sinceridad. Y en función a su vanidad decir que Sí, además su alma caritativa es solidaria con el sufrimiento del acalorado pretendiente y como se han juntado la sinceridad y la caridad no hay más camino que la verdad.

¿Ella deberá contárselo a su amiga? Ahora usted deberá ponerse en los calzones de la amiga y razonar.

a. Sinceridad, como ha cedido a un polvo, solo por caridad y no porque usted lo haya buscado, no tiene necesidad de fingir nada ante su amiga.
b. Caridad, solidariamente con su amiga hay que evitarle que sufra.
c. Verdad, en función del concepto, como usted no piensa ya en el copuchento no puede decir nada.

Esta enseñanza práctica nos muestra que no había sido tan grave la carga moral que nos impusieron aquellos maestros tal como nosotros lo suponíamos y más bien nos dan pautas para hacer más divertida la vida.

Supongamos el caso que usted recibe la proposición e inmediatamente piensa en su amiga, acá usted deberá disgregar en función de los tres términos en cuestión ¿cómo reaccionaría su amiga si su esposo le hace la misma proposición?

Y aquí no me vengan con el cuento que su esposo-pareja-amante es un tipo diferente de los demás cojonudos y que esta por medio el cariño-amor-pasión que prima entre ustedes. No deben perder de vista que tienen unas amigas muy deseables y caritativas y no tan veraces como a ustedes les gustaría que fuesen.

5 comentarios:

  1. jajaj por suerte ahora no tengo ni una mosca que se me pegue, si no tendría la duda, pero este post es genial, siempre tendré en cuenta lo que dices.

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  2. Sinceridad, caridad, verdad??? Patrañas!
    Si a la mujer le gusta el copuchento, casado, soltero, viudo, divorciado o cura, lo buscará hasta conseguirlo y le hará pensar que él fue quien hizo la propuesta.
    O sea, nadie está a salvo de unos buenos cuernos.

    Saludosss

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  3. jajajaja
    suerte q en este momento esto sola, caso contrario luego de leer este post voy y le doy paliza a él y a alguna de mis amigas por las dudas.
    muy bueno che

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  4. ja ja...Imposible no darte la razón, es que tienes cada argumento.
    Un abrazo.

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