—Ayer en la tarde vi a los Gusman
discutiendo y tú debes saber a qué se debe pues pasas más tiempo en su casa que
en la tuya
—Estas equivocado, ellos nunca discuten,
lo que tú has visto es a su marido gesticulando y gritando
—Humm… creo que si ¿Y porque él se enoja
con ella?
—Él está con una mala racha en sus negocios,
y se molesta por que ella compra tonterías
— ¿Y porque no le habla claramente del
problema económico?
—Le dice y le repite, pero ella no le
hace caso. Y todo es porque él la acostumbro a vivir despilfarrando. Cuando yo
los conocí, estaban recién casados, y observe la situación, entonces le dije: “recuerda que el matrimonio que construyes es en el que vivirás”, él se sonrió
y me dijo: “no te preocupes, es una buena chica”
Buena chica sigue siendo, lo que pasa que tiene un agujero en cada mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
No creo que sea algo que no tenga solución. O, quizás, con enfrentar la realidad sea suficiente para dejar de tirar el dinero.
ResponderEliminar¡Abrazos!
En realidad ella no tenía que meterse en eso...
ResponderEliminarHay un refrán que dice: El que mala cama hace en ella duerme.
Muchos besos, Chaly.