Si te dejó, si se fue como un billete de diez pesos, si no le interesaste, si te mando a la mierda con tanta facilidad, si no valoró los polvos que le diste, si apenas le dolió tu dolencia, si decidió estar sin tu estampa, ¿no será, y lo digo solo como hipótesis, que no te merece?
Y si te dejó porque ya no te ama, porque se le agotaron los besos, y hasta la más simple de los arrumacos se le convirtió en suplicio, ¿no será, y lo digo solo como hipótesis, que ya no te ama?
¿Y no será, que si fue desalmada o se le terminó el cariño, ya no tiene sentido insistir en resolver lo que ya está resuelto? ¿No será que hay que achicharrar las naves, cerrar el concilio y dirigir la atención a otra parte?
No se trata de no sufrir, sino de darle al sufrimiento un giro y elaborar un nuevo dueto.
No preocuparse por lo que podría haber sido y no fue, sino porque es, y tal vez nunca sea..
Lo curioso del despecho es que los que han sido dejados, casi siempre terminan por autocastigarse:
“Si ella ya no me quiere, no merezco coger a otra” o
“Si ella que decía quererme me deja, definitivamente las que me dejaron y nunca dijeron que me querían, eso significa que no soy apetecible”.
La consecuencia de esta manera de pensar es desfavorable. El comportamiento se acopla a la distensión y el cornudo intenta confirmar, mediante distintas sanciones, que no merece el amor.
Veamos cuatro formas típicas de autocastigarse que monopolizan los “abandonados”:
1. “No merezco coger, entonces elimino de mi vida a todas las vecinas”
2. “No merezco a nadie que me quiera. Cuánto más me guste una, la alejo de mi lado”
3. Buscar nuevas compañías parecidas a la que se fue.
4. Entregarse al mejor postor, “prostituirse” socialmente o dejar que hagan de uno lo que quieran
Me preguntó, ¿Y no será que de pronto no eres tan culpable como crees, y que no haya ni buenos ni malos, vencedores y vencidos?
Ahora que te dejó, hay que comenzar a vivir de otra manera. Retomar lo bueno que tenías olvidado y arrancar. Algunos son capaces de recuperarse del fracaso afectivo. Al principio duele hasta el tuétano, pero al cabo de un tiempo, si eliminas el autocastigo, tú mente empieza a rebobinarse.
Piensa en las pérdidas que has tenido anteriormente en tu vida, y cómo ahora, no te producen ni rasquiña. Es muy probable que dentro de un tiempo, esta última decepción, la que ahora estás padeciendo, quede reducida a un recuerdo insípido y descolorido.
Y mientras tanto, te toca sobrevivir. Rodearte de amigos y amigas de verdad, porque la amistad cura.
También puedes acceder a la vida espiritual que tenías abandonada, y no me refiero a encerrarte en un monasterio en el Himalaya, sino revisar tu sentido de la vista. Las crisis activan la auto observación y nos obligan a mirarnos el ombligo con una óptica nueva.
Siempre tan positivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena semana Chaly.
¿Y ahora qué haces? Pues aguantarte y seguir viviendo, ya te volverán a amar. Pero fastidia.
ResponderEliminarEstás de un profundo... También los hay que le dan la vuelta y lo convierten en odio, así creen que les es más fácil olvidar cuando es todo lo contrario.
ResponderEliminarBesos.
Y si se va y te deja, porque ya no te ama,¿no será y lo digo como hipótesis, que es mejor estar solo, que con alguien que no te ama?
ResponderEliminarBesos
amigos y amigas de verdad?
ResponderEliminarAy, que eso es ciencia ficción eh... para un ratito si que están y si todo va bien, pero si las cosas se tuercen huyen como conejos...
Saludos.
Por supuesto que es época de sobrevivir con los verdaderos amigos!!!!! y darse unos días de luto y a lo que sigueeeeeeeeeeeeeeee!
ResponderEliminarBesos =))))
Todo pasa.
ResponderEliminarDa igual la forma y cómo se lo monte uno. Que pasa, pasa.
A ser posible sufriendo sólo lo justito...
Bss, Chaly.
¿Qué hacer? dejarlo marchar.
ResponderEliminarMuchos aceptarían la opción número 4 si supieran que no acarrea ninguna consecuencia...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Qué sensatez, Chaly. Todo un sabio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Unos vienen y otros van, lamentablemente normalmente al descompás, aún ama quien es dejado y sufre por una pérdida que arrastra más de lo que merece y no por desmérito de quien se aleja.
ResponderEliminarUn beso
En ciertos momemntos hay que curar y dejarse cuidar... Y sin duda otros tiempos mas amables llegarán.
ResponderEliminarBesos y feliz día :)
El abandonado nunca sabe por qué carajo lo dejaron, por más motivos que le plantes en la cara, Chaly.
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