sábado, 10 de junio de 2017

980: el temperamento

DE UNA PERSONA POR SUS HÁBITOS DE COMIDA.
Los sanguíneos comen todo lo que tengan a la vista... y por lo general, se le nota. En un restaurante, disfrutan tanto hablando que casi nunca miran la carta hasta que llega la mesera.
Los coléricos, que son comedores muy estereotipados, apenas si varían su menú de un día al siguiente; y, cuando llega la comida, la devoran en grandes bocados, hablando muchas veces mientras mastican la comida.
Los melancólicos son comensales muy meticulosos para escoger. Necesitan una eternidad para decidirse acerca de qué pedir, pero cuando llega la comida, saborean cada bocado.
Los flemáticos son los comedores más deliberados de todos y son invariablemente los últimos en acabar. Esta es la razón principal de que raramente aumentan de peso. (Todos los especialistas en dietética advierten a los pacientes obesos que coman lentamente, porque se necesitan veinte minutos para que la comida que entra por la boca apague la sensación de hambre).

POR LA MANERA DE COMPRAR
Los sanguíneos no tienen conciencia de los precios, sino que seleccionan para su satisfacción visual. Les atrae el embalaje y la publicidad llena de colores. En la tienda de comestibles, el suyo es el carro más lleno.
Los coléricos, especialmente los hombres, no disfrutan haciendo compras. Sólo van a la tienda cuando necesitan algo y quieren comprarlo y llevárselo. Como los sanguíneos, por lo general compran en exceso, pero no tanto.
Los melancólicos son compradores deliberados y decididos que comparan los precios y la calidad con bastante cuidado. Pasan sus manos sobre el artículo, lo aprueban dos o tres veces, se van una vez de la tienda, o dos, y si no está vendido cuando vuelven, lo compran. Provocan embotellamientos de tráfico al esperar para decidirse. En la tienda de comestibles saben dónde está cada cosa y guardan todos los cupones de cada fabricante.
A los flemáticos, especialmente a las mujeres, les encanta comprar. Dedican más tiempo, y son probablemente más frugales que los demás tipos. Son casi tan Indecisos como los melancólicos. Tienen que comprar más frecuentemente que los otros tipos porque no han comprado lo suficiente en su primer viaje.

POR LA CAPACIDAD COMUNICATIVA
Los sanguíneos son oradores intuitivos. Son excesivamente expresivos y usan libremente de la exageración.
Los coléricos son lo suficientemente expresivos como para hablar libremente, pero por lo general son más deliberados que los sanguíneos. Son debatidores y discutidores; nadie puede ser más mordiente y sarcástico que ellos.
Los melancólicos nunca empiezan a hablar hasta que han pensado con precisión qué es lo que quieren decir. No les gusta interrumpir a los otros, pero una vez que empiezan siguen hasta que han descargado todo su mensaje.
Los flemáticos no se excitan acerca de nada y raras veces entran en debates o se meten en conversaciones. Responderán a preguntas con ingenio y buen humor, pero raramente dirán nada voluntariamente, sólo cuando se le pregunte.

POR EL CUIDADO DEL JARDÍN
Chispeante Sanguíneo se levanta temprano el domingo por la mañana para arreglar su jardín. Con gran energía alinea todas sus herramientas (posee todos los Instrumentos habidos y por haber debido a su total ausencia de resistencia a las compras) y se dispone a cortar, Igualar, segar y podar. Sin embargo, treinta minutos más tarde está en animada conversación con un vecino. Antes de acabar el día, manda a su hijo que le guarde las herramientas, y se decide a arreglar el jardín la semana que viene. Chispeante es evidentemente uno de los más grandes morosos del mundo.
El señor Colérico aborrece el trabajo del jardín y por ello cuando lo hace, lo hace enconadamente. Trabaja con un ritmo frenético a fin de terminar pronto con el trabajo, y no es precisamente el primor lo que lo caracteriza. Se puede señalar el jardín del colérico al conducir a través del vecindario, con sólo buscar setos miniatura y árboles enanos.
El señor Melancólico tiene una aptitud natural para crear cosas y por lo general mantiene el mejor jardín del vecindario. Es el que habla a sus plantas y las mima, y casi todos los fines de semana lo encontraremos a gatas en su jardín cuidando de su césped y setos.

El césped del flemático sugiere por lo general que su dueño está aún en la casa tarde el sábado por la mañana, sorbiendo su tercera taza de café, y seguro que es así. Capaz de dar un cuidado superior a su césped, el señor Flemático se cuidará escrupulosamente de "la vieja plantación", sin embargo, debido a su deseo de descansar quedará vencido por su Impulso a hacer lo que está aceptado

6 comentarios:

  1. Un poco de todo está bien :)))

    Besos

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  2. me has clavado

    pero no digo como soy

    bes0s

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  3. Pues parece que no vas muy descaminado en esta selección.

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  4. En algunas cosas sí, en otras no...
    Buen domingo, Chaly.

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  5. Casi me visto con una opción, pero el jardín, vamos, eso si que no...

    Un beso

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  6. En ese órden, soy sanguíneo, melancólico, colérico y colérico.
    Saludos.

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