Ignorada marcianita / aseguran
los hombres de ciencia / que en diez
años más tu y yo / estaremos tan
cerquita / que podremos pasear por
el cielo / y hablarnos de amor.
Yo que tanto te he soñado, / voy
a ser el primer pasajero / que viaje
hasta donde
estás. / En la Tierra no he logrado / que lo ya conquistado
/ se quede conmigo nomás.
[Coro] Quiero una chica de Marte
/ que sea sincera, / que no se pinte,
ni fume, / ni sepa siquiera / lo
que es rock and roll.
Marcianita, blanca o negra, /
espigada, pequeña, gordita o delgada /
serás mi amor. / La distancia nos
acerca / y en el año setenta / felices
seremos los dos.
“Marcianita” (1959), compuesta en
Santiago de Chile por Galvarino Villota Alderete, música y José Imperatore
Marcone, letra, es un buen ejemplo de la ambigua reacción de los músicos y la
industria musical sudamericana frente al rock and roll.
“Marcianita” es una canción de amor despechado,
temática recurrente en las canciones de amor, pero esperanzadora, aunque solo
sea mediante la quintaesencia del amor platónico: enamorarse de una
extraterrestre. No importan sus condiciones físicas, que son más bien atributos
humanos, – blanca, negra, espigada, pequeña, gordita, delgada –, por lo que
asumimos una marciana de rasgos antropomorfos. Lo que subyace es el apego al
molde tradicional de la mujer: fidelidad, recato, abstinencia, autocontrol.
Podrá bailar el liberador charleston, pero bajo el manto protector del foxtrot,
que reinaba desde los años treinta poniendo orden a tanta jovencita que se
había sacado el corsé y que ahora volaba por los aires.
Este conflicto entre lo
establecido y lo nuevo se sustenta musicalmente en el conflicto entre el jazz y
el rock and roll, que es también un conflicto generacional. El conflicto se
produce en el presente –manifestado por el rock and roll–, pero un presente que
es evitado con la restauración del pasado y la ensoñación del futuro.
Este diálogo entre presente,
pasado y futuro de “Marcianita” se ha expresado desde los comienzos mismos de
esta canción y sus originales múltiples, luego continúa al acercarse al
esperado encuentro de 1970 y culmina en la actualidad, aunque algo desarticulado
bajo el manto homogenizador del pop.
A comienzos de la era espacial,
máxima expresión de la modernidad al inicio de la Guerra Fría, “Marcianita” nos
habla de predicciones científicas que vaticinan la llegada del hombre a Marte
en 1970. Cuando la canción enuncia el futuro es cuando comienza el interludio instrumental,
abordado paradojalmente desde un jazz revivido.
Me encanta esta canción y me gustó muchísimo en su tiempo y me acordaba de la letra perfectamente de principio a fin.
ResponderEliminarMe pregunto cuàl será el molde de la mujer de hoy.
ResponderEliminarBesos.
Hermosa canción.
ResponderEliminarBesos
Yo no la conocía. La busqué... si que es bonita si :)
ResponderEliminarBesitos Charly
ResponderEliminarDebo confesar que no conocía la canción.
Gracias por darme la oportunidad.
Besito, Chaly.
No recuerdo la canción, pero como que me suena el nombre.....
ResponderEliminarBesos =)))
La única versión que conozco es de Billy Cafaro Y es genial.
ResponderEliminarSaludos.
Yo tampoco la conocía, ahora ya sí.
ResponderEliminarAbrazo.