—¿Te das cuenta? Este reloj simboliza
nuestro amor.
—¿Qué estás diciendo?
—La cuenta atrás ha comenzado… Un
día, te aburrirás, te hartarás de mí, me reprocharás que no haya bajado la tapa
del váter, me pasaré la noche delante de la tele mirando NCIS, y tú me
engañarás como estás engañando a tu marido en estos momentos.
—Ya estamos otra vez… ¿Por qué te
resistes a disfrutar del momento presente en lugar de angustiarte por nuestro futuro?
—Porque no tenemos futuro. Mira cómo
caen los segundos, nos aproximan a la infelicidad… Sólo tenemos tres años para
amarnos… Hoy todo parece maravilloso, pero, según mis cuentas, todo habrá
terminado entre nosotros el… 15 de marzo de 2018.
—¿Y si te dejara ahora mismo para
ganar tiempo?
—Eh… ¿y no te parecería mejor que
abandonaras a tu marido? Así podríamos instalarnos en la Casa de la Pradera, y
ver crecer a nuestros hijos en el Jardín Encantado…
—Sí, eso es, encima, ¡tómame el
pelo! Muy amable, ¿pero por qué siempre tienes que estropear nuestros buenos
momentos con tus ataques de melancolía?
—Amor mío, si un día me engañas, te
prometo dos cosas: en primer lugar, me suicidaré, y luego te montaré una escena
que no olvidarás fácilmente.
Así avanzábamos, pareja ilegítima,
paseantes escondidos, juntos, mirándonos a los ojos, pero nunca agarrados de la mano, por si nos tropezábamos
con amigos de nuestros respectivos cónyuges.
Últimamente vamos de infidelidad en infidelidad.
ResponderEliminarClaro que sí, que disfrute el momento, total en cuanto encuentre otro chau.
Besos
Bueno, no tienen futuro pero tienen presente. Ya es algo
ResponderEliminarBesos
Casi podían ir rompiendo para ganar tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El eterno presente es el mejor tesoro.
ResponderEliminarBesitos
Solo el momento del hoy apretemos
ResponderEliminarBesossssssssssssssssss
Y sigue la mata dando....
ResponderEliminarBesos