En los años
60 se generalizó la expresión “sex appeal”. Las chicas querían descubrir formas
de usar la sensualidad para la conquista amorosa. Fue un gran desafío en una
época de profundos cambios en el género femenino.
El “sex
appeal” rompió con el estereotipo de “dama” o “prostituta”. Era una expresión
que convocaba a una rebelión de los cuerpos y de los potenciales femeninos.
Invitaba a hacerse cargo de la individualidad y, para eso, la seguridad y
la confianza fueron determinantes.
PASADO DE MODA
Con el
tiempo el “sex appeal” fue cayendo en desuso. Las reglas actuales de conquista
requieren de ciertos componentes clásicos, sobre todo en lo que se refiere al
cuerpo como objeto de atracción.
Las mujeres
de los 60´s superaron la pauta del atractivo físico y dieron importancia a la
actitud personal, es decir a “estar bien con ellas mismas” para después “yacer
con otro”. Pero las mujeres actuales vuelven a creer que “eso no es suficiente”
o que “tanta seguridad personal espanta a los hombres”.
Lástima que
esas creencias se impongan en el imaginario femenino como verdades a las que
hay que acatar para conseguir pareja.
Muchas
mujeres se acomplejan con la imagen y quieren estar jóvenes para cumplir con el
precepto de que todo enganche amoroso empieza por el cuerpo. Renuncian a la
condición de seres independientes para entregarse a relaciones que las someten
y, en el peor de los casos, las humillan o agreden.
CUANDO EL “HISTERIQUEO” SUPLE AL “SEX
APPEAL”
En algunos
casos el juego de seducción se convierte en un instrumento vacío de contenido:
“uso el cuerpo y la seguridad personal como un juego para conquistarte, después
te descarto”.
Las relaciones
fugaces, promovidas tanto por hombres como por mujeres, son cada vez más
frecuentes, cuestión que ha dejado de ser una tendencia para convertirse, según
mi opinión, en un problema social, una crisis en las reglas del encuentro
amoroso.
El “sex
appeal”, entonces, como recurso vital de cambio y desarrollo de la sensualidad,
parece haber quedado atrás. Habrá que asumir el compromiso de recuperarlo, para
volver a sentir que nuestras capacidades están intactas y que a partir de ellas
podemos relacionarnos mejor.
¿Te gustaría tener "sex appeal"? ¿O prefieres el
"histeriqueo"?
Yo es que creo que el sex appeal se tiene o no se tiene eso no es cuestión de modas ni se pierde, bueno, con la edad sí, me imagino que con ochenta poco sex appeal se tendrá, jajajaja. Aunque mira la Loren, pero la Loren es la Loren.
ResponderEliminarBesos, Charly.
Con ser yo misma ya tengo más que suficiente, hay mayor sex appeal que ese? Jajajajaj
ResponderEliminarBesos
También pienso que el sex appeal se tiene o no se tiene.....nada qué hacer!
ResponderEliminarBesos Chaly =)))
Sin dudar prefiero el sex-apeal
ResponderEliminarYo pienso que son dos cosas bien distintas. Histeriquear se histeriquea con cualquiera, pero no con cualquiera se tiene sex appeal.
ResponderEliminarSaludos.
sex appeal siempre
ResponderEliminar;D
Besitos
Pienso que el sex appel se tiene y también se trabaja. Pero si no se hace con naturalidad no se consigue. En cuanto al sex appel sin seguridad en sí misma, no lo concibo, como tampoco en un hombre.
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