Los esposos
desobedecen las órdenes de las esposas con cierta frecuencia. Es su forma de
descubrir dónde están los límites, de retarlas y de demostrar que ellos también
tienen su carácter y quieren mandar. El típico castigo “te quedas sin” no funciona. ¿Qué puedes hacer
entonces?
Castigos
en su justa medida
La opinión ajena
señala que castigar a un esposo es contraproducente, daña su autoestima, produce tensión y afianza las
conductas malévolas. Pero es necesario “educarles en la realidad”, de tal forma que comprendan
que, si se portan mal, su actuación tiene consecuencias. Reprenderles y
sancionarles no sería negativo siempre que se tuvieran en cuenta estas premisas:
1. Para que un castigo sea educativo debes explicar, sin
gritos ni aspavientos y con calma, por qué su conducta ha sido incorrecta
e instarle a corregirla.
2. Debe conocer de antemano los límites que no puede sobrepasar y
el castigo que recibirá si lo hace para sopesar si le merece la pena saltarse
las normas.
3. El castigo debe ser inmediato, proporcional,
equilibrado y coherente a
la edad, al grado de obesidad y al tipo de falta cometida.
4. No uses restricciones absolutas como “te quedas sin cocho para
siempre” y castiga con coherencia. Es imposible que se pase una semana
sin ver en la tele futbol. Con prohibirle
disfrutar de su serie porno star un par de días, basta.
5. Las amenazas continuas y los avisos hacen que el castigo pierda eficacia.
Dale tres advertencias, no más.
6. No le perdones el
castigo así como así y, de hacerlo, explícale por qué lo has hecho. Si te has
enfadado porque estabas de mal humor por otra cosa y has sido demasiado severa,
pídele disculpas, explícaselo y rectifica.
7. No uses sus necesidades básicas para castigarle; su polvacho, su comida
chatarra, los deportes que practique...
8. Educa a tu copulador
sin gritos ni le compares con otros esposos, menos con sus
hermanos.
9. Si intenta abrazarte,
darte un beso o decirte que te quiere para reparar el daño cometido, no le rechaces pues podría sentirse dolido.
10. Anímale cuando actúa bien,
reforzando ese comportamiento, besándole cuando obedezca y tenga buena actitud
y comentándole que esa es la forma como debe comportarse.
Educar? Jajajajaajajajajajajaja
ResponderEliminar¡Lo que me faltaba!, quiero una pareja a mi lado no un hijo.
Jajajajajajajajaja
Besos.
Joder, ni que fuera un hijo, jaajajajajaja.
ResponderEliminar(Ahora me doy cuenta de que he dicho lo mismos que Prozac).
Besos.
Lo de te quedas sin chocho para siempre puede ser la llave de todo para conseguir lo que una quiere. Jajajajaja.
EliminarLa ventaja es que vale al mismo tiempo para el marido y para el perro.
ResponderEliminarEl punto 4 es buenísimo.
Saludos.
Como broma o humor negro está bien. Me sonrío.
ResponderEliminarVaya como si se tratara de un niño desobediente, jajajajaja
ResponderEliminarNi que fuera su mamá, ni a mi perro le enseño jaja.
ResponderEliminarBesos
Pues digo lo mismo, ni que fuera yo su mamá
ResponderEliminarBesos
El punto nº3 deberían agregarlo al código penal en España, juas y rejuas
ResponderEliminarKisss y Kisss