909: ella siempre va un paso por delante

— ¿Qué crees que pensaría tu madre si conociera nuestra relación?

Él parecía realmente sorprendido.

— ¿A qué viene esa pregunta?

—No sé, simple curiosidad.

—Ni lo sé, ni me importa. Yo no me meto en su vida, y espero que ella haga lo mismo.

«Uiss… si tú supieras»

— ¿Qué tipo de mujer era tu ex?

— ¿A qué te refieres?

—Pues no sé… Si era guapa, fea, brillante… ¿Qué perfil me darías de ella?

Él la miró durante unos segundos

—Es una mujer alta, atractiva, culta y sofisticada. Su pelo es oscuro, sus ojos son pardos y se cuida en exceso. Se educó en los mejores colegios y gracias a ello habla cuatro idiomas. Cuando estábamos juntos, creó su propia empresa, y hoy por hoy es una de las diseñadoras con más renombre en diseño innovador. Por último, mi relación con ella es buena.

«Mierda… yo a su lado soy mierda»

—Pero también es egoísta, egocéntrica, no mira más allá de su propia nariz  Carece de tu belleza espiritual, de tu sencillez, de tu valor, de tu sonrisa y, en especial, de tu locura. Y por muchas como ella que yo me cruzara en la vida, no las miraría, porque yo, solo tengo ojos para ti. ¿Me has entendido?

«Oh… sí. Claro que te he entendido».

Ella asintió con una espléndida sonrisa, levantó los brazos, se los pasó por el cuello y le dio un dulce beso.

—Has conseguido que después de sentirme una rana, me convirtiera en una princesa, y mira que yo no creo en esas historias Y ahora la princesa quiere pasar el fin de semana con su guapo príncipe en su castillo para cumplir sus deseos. ¿Sería posible?

—No lo dudes, cariño. Mi castillo y yo nos postramos a tus pies.

Llegaron al coche entre risas, pero ella llamó su atención cogiéndole la cara.

—Me acabo de dar cuenta de una cosa que yo tengo y que tu ex no tiene.

— ¿El qué?

—Te tengo a ti.