NO engañar
Esto abarca dos aspectos. Primero: no finjas lo que no eres. No digas que
te gusta lo que no te gusta, que haces lo que nunca haces, sólo para ser como
crees que él espera que seas. Descubrirá tu engaño y puede ser motivo para
separarse. Sé tú misma. Si no es compatible contigo, ni modo, no fuerces las
cosas, ya encontrarás a quien lo sea. Recuerda que “siempre hay un roto para un
descosido”. Y, segundo: no seas infiel. La infidelidad es motivo para terminar
la relación, porque los novios infieles,
suelen ser cónyuges infieles.
NO querer cambiar al otro
Hay quien piensa: “él tiene esta forma de ser, o este hábito, o este vicio
que no me agrada, pero yo la voy a cambiar”. Es una falsa expectativa. La gente
no suele cambiar. El introvertido nunca se volverá extrovertido; la parlanchina
no sabrá quedarse callada; el novio que nunca se comide a ayudar será un marido
haragán; la novia desaliñada será una esposa de bata y pantuflas. Y las
características que te molestan en el noviazgo, en el matrimonio pueden
aumentar y resultarte intolerables. O le
aceptas como es, o no te cases.
NO justificar lo injustificable
Si en el noviazgo, cuando se supone que están enamorados y desea
complacerte, tiene desatenciones, te deja esperándole y no se disculpa; se la
pasa viendo el celular, llega tarde, no te pregunta cómo estás, te calla, te
critica, en el matrimonio será peor.
No busques pretextos para justificar sus malas actitudes, busca mejor otra
pareja.
NO violencia
Si en el noviazgo ya hay gritos, malos modos, insultos y hasta golpes,
¡debes salir huyendo! Un novio que te levanta la voz, será un esposo que te
levantará la mano; una novia que te
humilla ante tus amigos, será una esposa que te humillará ante tus hijos.
¿A qué arriesgarse a casarse con alguien que puede poner en riesgo tu integridad
y la de tu familia?
NO desoír opiniones y consejos
Por tener una visión desde fuera, puede suceder que tus familiares y amigos
capten actitudes de tu pareja que tú no has percibido. “ay, mijita, tu novio
toma demasiado”, “ay, hijo, ella trata muy feo a su mamá”, “oye, amiga, como
que tu novio es ojo alegre, lo he visto coqueteando…”; “hermanito, me late que
esa chica sólo te busca por tu dinero, se la pasa haciéndote gastar…”; “uy, le
vi fumando mariguana”. Presta atención,
no cierres los oídos. En los procesos de declaración de nulidad
matrimonial, suelen preguntar cuál era la opinión de quienes rodeaban a los
novios. Y es casi seguro que hubo muchas críticas que fueron desoídas…
NO suponer, mejor preguntar
El noviazgo es un tiempo para conocerse, para hablar, hablar y hablar de
todos los temas habidos y por haber, para
preguntar. Muchos matrimonios se rompen porque no descubrieron a tiempo que
pensaban muy distinto: “¡creí que sí querías tener hijos!”; “¡no pensé que te
molestara que trabaje!”; “¡no sabía que tu mamá vendría a vivir con nosotros!”.
Más vale dialogar que lamentar.
NO dejar de considerar a la familia del
susodicho
No sólo hay que fijarse en la pareja, sino en su familia. ¿Cómo es?, ¿cómo
se llevan sus miembros entre sí?, ¿cuáles
son sus valores? Recuerda que muy probablemente tendrás que convivir con
ellos en Navidad, año nuevo, cumpleaños, aniversarios, algunos fines de semana. Sus papás serán abuelos de tus hijos, y tus cuñados, sus tíos; querrán
pasar tiempo con ellos, ¿qué clase de ejemplo les darán? ¿Es ésta la familia a
la que quieres pertenecer?, ¿o vas a discutir y a pelearte cada vez que tu
cónyuge la quiera ver?
NO sólo buscar “que te haga feliz”
Muchos se casan pensando: “ésta me hará feliz” (porque es bonita y puede
lucirla en las fiestas, o porque cocina rico, o es hacendosa), o éste me hará
feliz, (porque es tan guapo que sus amigas la envidiarán; o porque gana tanto
que podrá darle una vida de lujos). Buscan
la pareja que los haga felices. Pero si la bonita se pone fea o se enferma,
al guapo le sale panza, o pierde el trabajo, ya no “hace feliz”, es hora de
descartarlo. La motivación para casarse no debe ser “que me haga feliz”, sino “quiero
hacerle feliz”. Si tanto él como ella dicen: “le amo tanto que quiero dedicarme
a que sea feliz aquí y por toda la eternidad”
Hoy de acuerdo en todo.
ResponderEliminarSer yo misma y la fidelidad, son imprescindibles para mi.
Besos
Todos los adolescentes tendrían que tener un papel en el bolsillo con esto escrito.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buenos puntos, Chaly.
ResponderEliminarLas bases de una buena relación, se podría decir.
Una de las claves más importantes, es no tomar a tu pareja como si fuera adivino y explicarle que manera de amarte es la adecuada para ti. Porque si hay ganas y hay interés, se puede aprender a amar como más necesita la otra persona. La comunicación es primordial.
Amar se merece un esfuerzo, por que si sientes que no lo merece, entonces no es amor.
Besitos :)
Dios mio, estoy en una relación toxica. Y no, no es broma, leyendo esto me he dado cuenta.
ResponderEliminarSaludos extraños
Muy sensato todo, especialmente el no fingir lo que no se es y no querer cambiar al otro, entre otras cosas porque es imposible.
ResponderEliminarEn cuanto a las familias ajenas, un amigo mío dice que el único matrimonio posible es entre dos huérfanos hijos únicos. Exagerado!
Si todo eso se cumpliera tal cual creo que habría muy pocas parejas infelices.
ResponderEliminarAbrazo Chaly
Perfecto, principalmente no pretender ser lo que no se es....
ResponderEliminarBesos =)))
Me parecen muy bien todos los puntos.
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