Las mujeres que
tienen de dos o más amigos íntimos aprenden una realidad nueva, triste,
ruidosa, quizás violenta: las tensiones entre los amantes.
A causa de
personalidades diferentes o por sentimientos de envidia, estas tensiones
envenenan la vida social y explotan en forma de gritos y disputas. ¿Qué harás
para no exacerbar las rivalidades?
LAS COMPARACIONES AVIVAN LAS RIVALIDADES.
COMPARAR
LES PREDISPONE AL CONFLICTO O AL ODIO MUTUO
Las comparaciones, ya
sean desfavorables (“Gusano coge mejor que tú”), o favorables (¡Bien hecho! ¡Se
te da mejor que a Gusano!”), lo mejor es evitarlas. Las primeras menosprecian y
pueden hacerle creer que tú prefieres al
otro que te coge mejor. Las segundas, aunque de hecho feliciten, lo hacen en
detrimento del otro que, de escuchar el comentario, se sentirá rechazado.
Estas expresiones que
a veces acompañan tu día a día se convierten en una fuente de conflictos,
incluso de odio hacia el considerado “favorito”. Y es que el objetivo de tu
amante es conseguir y tener la primera posición en tu corazón.
Entonces, ¿qué dices?
La respuesta que dan Adela Fabricio y Eliana Marzana, es que describas de
manera objetiva lo que te gusta (“Veo que lavaste
bien tu pirulin”), o lo que te disgusta (“Noto un pene que no está cumpiendo
como es debido”). De esta manera, el mensaje se transmite sin entrar en
comparaciones, acusaciones o menosprecio de nadie.
COMPARAR
LES HACE COMPETIR.
Catherine Dupont, explica:
“Cada amigo íntimo es único y tiene necesidad
de ser reconocido en lo personal. Sin embargo, la comparación va en contra
de esta necesidad porque hace competir a los amigos por la atención, les empuja
a alejarse de quien realmente desean
para obtener su aprobación y su amor”. Así que compararlos implica ir en contra
de amarlos tal y como son.
CUIDADO
CON LA COMPARACIÓN INCONSCIENTE.
Incluso sin hacer
comparaciones explícitas, ellos pueden sentirse comparados. Un cumplido que se
hace a alguno puede sentirse como una desvalorización por otro. Así pues,
Gusano puede pensar: “Marina ha dicho que Bichito ha sido amable, así que
quiere decir que yo no lo soy”.
Por este motivo Adela
Fabricio y Eliana Marzana te sugieren que felicites a tus amantes en un momento
privado.
Verónica Lapazo, añade:
“La comparación es un reflejo incontrolable: hay que educar al amigo a negarse a esta competición
inútil, lo cual es un auténtico desafío, pero le abrirá las
puertas de la cajita devoradora”
Gusano necesitaría
escuchar: “Todos somos diferentes. No tenemos que compararnos ni competir entre
nosotros. Al compararte no conseguirás más amor. Debes ser quien eres, con tus
más y tus menos”.
PONER
ETIQUETAS ES HACER UNA COMPARACIÓN IMPLÍCITA.
Decir constantemente
que “él es más resistente” o que “él es el más inteligente” alimenta profundas
rivalidades que pueden perdurar durante mucho tiempo.
Además, engendran
estrés, celos y desánimo: estrés en la medida en que el calificado de fuerte en
tal o cual posición no se concede el derecho al fracaso, por miedo a
decepcionar; celos y desánimo por los que no se atreven a aventurarse en el
dominio “reservado” al elegido.
SATISFACER
LA NECESIDAD DE
AMOR DE CADA UNO.
ESTABLECER
MOMENTOS CARA A CARA CON CADA AMIGO ÍNTIMO.
Un amante siente que
cuenta realmente y se siente amado por ella. Tampoco es necesario organizar una
cena a la luz de velas en un gran restaurante.
Lo importante es la
disponibilidad de ti para cada amigo y la calidad de la interacción. Verónica
Lapazo afirma que al pasar un momento de exclusividad con cada
amigo, “rellena su depósito testicular”. Al verse reafirmado en el amor, el ya
no ve rivalidad en sus hermanos de cama.
DEMOSTRAR
EQUIDAD Y NO IGUALDAD.
“No se puede
responder con justicia a las necesidades de cada uno pretendiendo darle la
misma cosa a todos”. Esta es la premisa que plantean Adela Fabricio y Eliana Marzana,
a partir de la cual elaboran una teoría que afirma que los amantes no tienen
necesidad de ser tratados todos iguales, sino de ser tratados cada uno según
sus habilidades. Las expertas dicen: “En lugar de dar la misma cantidad a
todos, dar a cada uno según su necesidad: ¿quieres más o menos? En lugar de
dedicar el mismo tiempo a todos, dedicar a cada uno el tiempo que necesite: “sé
que pasó mucho tiempo ayudando a Bichito. Es importante para él. En cuanto haya
terminado, quiero que me digas qué es importante para ti”.
¿CÓMO
CURAR LOS CELOS?
El hecho de sentir
celos es normal y puede producirse a lo largo de toda nuestra existencia. Sólo
la reacción provocada por esta envidia puede ser malsana: violencia,
desobediencia, agresividad… Lo esencial es hacer entender al amigo que es
amado, tanto más cuando tiene rivales bien armados.
Verónica Lapazo
propone una instrucción concreta para hacer con el amigo y explicarle
que el amor de una mujer hacia sus amantes no se divide, sino todo lo
contrario, se multiplica:
“Voy a
mostrarte que mi corazón es inmenso, desde que comenzaste a jugar en mi vagina,
en mi corazón apareció otro corazón totalmente nuevo, precioso, lleno de amor
únicamente para ti. Lo que tengo que compartir, mi coño, mi cocho, mis besos,
mis abrazos, son sólo signos de amor. Pero mi corazón de amor hacia ti no ha
cambiado, mi amor hacia ti sigue intacto”
Me encanta los hombres, pero de uno en uno, se evitan muchos problemas, además de que yo disfruto mucho más.
ResponderEliminarBesos
El final es la pera, jajajaja. Muy poético... jajajaja
ResponderEliminarBesos.
Por si era poco uno o una: dos, ahí es ná.
ResponderEliminarAl amante hay que prohibirle los celos, enamorarse, y todo eso. Debe actuar como sex toy y no tiene por qué recibir explicaciónes de nada. Sino, que deje de ser amante y que se busque a alguien para una relación seria.
ResponderEliminarSaludos.
Estos consejos son buenisimos. De echo yo los llevo a cabo, pero como estas cosas con cosas de dos hay ocaciones que funcionan y otras no...
ResponderEliminar: BESITOS
Eso, a cada uno según sus necesidades. Pero si tu amante se llama Gusano, la cosa empieza mal.
ResponderEliminarJajajajja, tienes razón, llamándose Gusano,ufffff
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