-Mentía yo y mentimos todas.
Siempre hay que mentir, porque si no ellos, se llevan un disgusto horroroso. La
primera noche es un desastre. En primer lugar, la novedad distrae muchísimo y
así no hay manera de concentrarse. Y luego, un señor encima es algo bastante
incómodo, aparte de absolutamente antinatural. Yo no sé lo que pensarán
ustedes, pero yo... insisto: la primera noche una catástrofe. Y la segunda. Y
la tercera.
-Según esta teoría, el mundo se
habría acabado hace mucho tiempo.
-Más le hubiera valido porque,
tal como está, no tiene gracia.
-No tendrá gracia, pero cada vez
hay más gente que coge.
-La gente hace el amor por
costumbre. Porque hacer el amor tiene buena prensa. Y luego porque se aburren.
Si la Tele estuviera más entretenida, la gente se iría menos a la cama.
-Lo que pasa es que no te gusta
hacer el amor, confiésalo.
-Ese no es un problema mío, sino
tuyo. No es posible pasarlo bien con un ignorante: deprime.
-Todas las mujeres dicen lo mismo
desde que se creen autosuficientes y desde que se han apuntado al feminismo.
-Yo estoy apuntada al feminismo
desde que nací, y en cuanto a mi autosuficiencia... A propósito: ¿usted quién
es?
-Tu marido.
-¿Lo ven? Lo dije: volvió.
-Por supuesto que volví. ¿Qué iba
a hacer? ¿Irme de putas? No. Mi santa
esposa tiene razón. A mí no me gustan las putas. No es por hacerme el fino,
pero nunca me han gustado. En realidad debo confesar que yo a estas cuestiones
del sexo llegué con cierto retraso, en fin, digamos que no estaba demasiado interesado
por el tema. Aparte de que, bueno, el ejemplo que tenía en casa no era
precisamente como para darse prisa. Ahí está mi madre.
-Hazme el favor de venir aquí en
seguida, ¿me oyes? Es la hora de dormir. ¿Cuántas veces he de decirte que es la
hora de dormir? ¿Eh? ¿Cuántas?
-Ninguna.
-¡Descarado! ¡No contestes así a
tu madre! ¿Qué pasa? ¿Que ya te crees que lo sabes todo? ¡No te digo...! A ver
esas manos.
-¡No te has lavado las manos! ¡No
te has lavado las manos! Ahora mismo vas a lavártelas y no vuelvas por aquí
hasta que se pueda comer sopas en ellas. ¿Te enteras? Espera. Acércate. Abre la
boca. ¡Y esos dientes...! ¡Esos dientes! Pero, ¿es que no te da vergüenza?
¡Sucio, más que sucio! ¿Y para esto te he comprado yo un cepillo con su pasta y
todo? ¡Desagradecido! Venga, a lavarse esos dientes hasta que queden como una
patena. ¿Me has oído? Pues que no te lo tenga que repetir dos veces. La culpa
de todo esto la tiene tu padre, que es un canalla. ¿Me oyes? ¡Un canalla! ¡¡Un
canalla!! Porque tu padre, el mierda de tu padre, nos ha abandonado para irse
con otra mujer. Una mujer de la calle, a ver si te enteras, una puta. Ya sé, ya
sé, no me digas nada, ya sé que hay cosas que no se deben contar a los hijos,
pero es que estoy hasta la coronilla. ¿Te has lavado ya los dientes? Frótate
bien de arriba abajo, incluso las encías. ¿Te das cuenta? Yo aquí hecha una
mártir, y tu padre Dios sabe dónde, con esa puta, de jarana, como si lo viera.
Anda, anda, sécate ya las manos que nos vas a dejar sin jabón y no está la cosa
como para dispendios. Ven aquí. A ver. Las manos... ¿Y la boca? Así está mejor.
Venga, ahora a rezar un Padrenuestro y a la cama.
-Mamá...
-¿Qué? No me sulfures, eh, no me
sulfures. ¿Qué te pasa?
-¿Puedo dormir con el osito?
-¿Con el oso de peluche? Pero,
bueno, tú te has vuelto loco. ¿De manera que quieres dormir con el oso para
estropearlo? Desde luego es que a este niño no se le ocurre nada bueno. Aquí
debería estar tu padre para meterte en cintura, pero, claro, como tu padre
tiene otras cosas más «entretenidas» en qué pensar... ¡Ay, Dios mío, qué cruz,
qué cruz...! el Padrenuestro y a la cama.
Jajajjaaja
ResponderEliminarme he reído con eso de "Un señor encima además de incómodoes antinatural", jajajajaja
Jajajajajaja
ResponderEliminarLo que haya pasado en la infancia, el adulto debería ser capaz de "arreglarlo"...no?
Besos
Jajajajajajajajaj
ResponderEliminarGracias....justo lo que necesitaba hoy, reírme.
Besos