924: Por que las muy bellas prefieren a los feos

La explicación clásica es que ellos se fijan más (a veces sólo) en el físico a la hora de elegir, mientras que ellas miran lo que se denomina la belleza interior.  Un estudioso afirma que ellos buscan la belleza y ellas la riqueza.

Ahora, Gustavo Ballivian, un investigador de la escuela de agricultura, ha decido buscar otra explicación científica, según ha indicado su bella esposa.

La conclusión es que las guapas se juntan con feos porque así las parejas funcionan mejor. 

Ballivian, especialista en berenjenas, decidió dar un paso adelante con respecto a los estudios que demuestran que los rasgos físicos son determinantes en la etapa de seducción y estudiar el papel de la belleza en las relaciones consolidadas.

Consciente de que la belleza es un valor subjetivo, Ballivian se basó en estudios previos que establecen pautas universales. Un tercio de las parejas respondían al modelo de mujer más guapa que el hombre; otro tercio, al de hombre más guapo que ella. En el tercio restante había equilibrio. A partir de ahí, la consigna que recibieron fue: discutan. Fueron peleas de 10 minutos grabadas en vídeo sobre temas personales, que Ballico analizó luego para comprobar hasta qué punto los maridos respaldaban a sus esposas.

En términos generales, los esposos que se portaban bien tenían a las mujeres físicamente más sobresalientes. Pero esa no fue la única conclusión: también descubrió que en las parejas de hombres más guapos ninguno obtenía del otro el respaldo que esperaba.

El experto en cultivos hidropónicos esboza la siguiente teoría: "El hombre físicamente menos atractivo que su esposa tiene la sensación de estar disfrutando de algo más de lo que podría esperar. Está obteniendo algo mejor de lo que él mismo puede proporcionar a ese nivel, así que mete duro para mantener la relación". En otras palabras, se esfuerza por compensar. La mujer quiere respaldo

Respaldo, lo que quiere es respaldo. “El primitivo hombre funciona de otra manera, y —dice Ballico— cuando se casa con una mujer que no está a su altura (es menos guapa) siempre está pensando en que podría haber conseguido algo mejor”  Siempre. Vivirá pues instalado en una especie de eterna insatisfacción, puede que mirando por la calle a las mujeres que pasean del brazo de los feos y preguntándose por qué que el mundo es tan injusto. Y de esos hombres, concluye, no se puede esperar respaldo ni compromiso.