Le dices que SÍ a una persona y
te comprometes con ella cuando tú lo que querías era decir NO.
Te faltó valor
para negarte o esa misma persona te acorraló y no supiste cómo hacerlo. ¿Resultado?
Te sientes mal contigo mismo.
Deja eso. A decir que NO
también se aprende. Toma los intentos fallidos como buenas lecciones. Porque,
si tú quieres, llegará ese día en el que digas que NO sin miedo.
Miedo, ¿a qué? ¿A qué se
decepcionen? ¿A qué te dejen de lado? ¿A ser considerado un mierda egoísta?
La palabra NO es muy necesaria
(tanto como el SÍ).
El NO es una palabra honesta,
responsable y liberadora.
Muchas veces, no sólo te libera
de compromisos que no estás en condiciones de atender; también te libera de
personas que abusan de tu amabilidad, de paso que te acerca a la gente con la
que sí quieres estar.
¿Concuerdas con lo anterior pero
sigue sin salirte el NO?
Recopilemos las virtudes que
conocemos del NO, por si te ayudan a dar ese paso:
1. Decir siempre SI no te hace
una mejor persona.
2. Un NO a tiempo es liberador.
3. Tienes derecho a
decir NO y a establecer tus propios
límites.
4. Cuanto más digas SI, más
peticiones (del estilo) te llegarán.
5. Es más fácil y efectivo decir
NO sin dar tantas excusas ni
explicaciones.
6. Es innecesario que te
disculpes por no poder atender una petición.
7. El primer NO es el más
difícil. Los siguientes cuestan menos. En especial, cuando veas lo bien que te
sientes contigo mismo por haber sido consecuente con lo que querías.
8. Di que NO sin
reparos cuando alguien intente hacerte
sentir culpable de no aceptar su petición.
9. Quienes te quieren, comprenden
y perdonan que digas NO cuando tienes que decirlo. ¿Acaso no haces tú lo mismo
con ellos? ¿Qué importa que no te perdone la demás gente?
10. La palabra NO bien dicha es
un SÍ a ti mismo.
La próxima vez que estés a punto
de decir que SÍ cuando quieres decir que NO, ¡lánzate! Prueba y verás que no
pasa nada.
Si quieres, empieza por poquito:
No. No me interesa ese producto.
Gracias.
No. Hoy no quiero coger.
No. No estoy de acuerdo con este
post.
(Ése último también
cuenta.)
Sé honesto. Sé valiente. Sé TÚ.
Cuesta decir No, a veces, pero una vez que aprendes a decir No, te encuentras mejor.
ResponderEliminarBesos
ES cierto Chaly, cuesta aprender a decir NO, pero luego se siente uno mejor, no hay duda.
ResponderEliminarBesos =)))
¿Sabes quién me convenció de los beneficios que tiene el decir NO? Saramago, sí como lo oyes, tuve la oportunidad de hablar con él una vez que estuvo en córdoba y se ha quedado en mi memoria como una de las cosas más emocionantes que he vivido, y eso que era referido a política.
ResponderEliminarEso le cuesta mucho a la buena gente; no se atreven a decir NO, y le vienen los palos por todos lados. A veces la mejor forma de que te dejen en paz, es soltar un NO, rotundo.
ResponderEliminarAbrazo Chaly
Lo peor son las indefiniciones. Incluso para tu interlocutor, tu mejor respuesta después de SÍ es NO. Las situaciones intermedias no sirven más que para hacer perder el tiempo a uno y a otro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se aprende a ser valiente y se siente mucho mejor. No es difícil ser sincero.
ResponderEliminarSaludos.
NO es algo que siempre nos cuesta decir. Debería ser tan facil como ese alegre SI
ResponderEliminarBesitos !!!
Es importante este post.
ResponderEliminarBesos.
Es importante este post.
ResponderEliminarBesos.
Estoy en ello y cada vez me sale mejor.
ResponderEliminarBesos