—Querido…, querido…
— ¿Qué? ¿Qué? ¿Eh…?
—Adolfo, ya son las cinco; levántate,
querido.
Un bostezo, otro bostezo…
—Adolfo, perderás ese negocio; tú
mismo lo dijiste…
Un bostezo largo, laaargo…
—Anda, querido; anoche te lo dejé
todo preparado… Gatito mío, debes irte; ¿o quieres faltar a la cita? Anda, levántate,
Adolfo; vete. Si es ya de día…
Carolina se levanta echando a un lado
los cobertores; quiere demostrarte que
puede saltar de la cama sin vacilar. Abre las persianas, y penetran la claridad
y el aire matinal, el ruido de la calle. Luego se mete otra vez en la cama.
—Pero, querido, levántate… Nunca habría
creído que tuvieses tan poca voluntad. ¡Oh, los hombres…! Yo no soy sino una
mujer, pero si digo que hago eso…, pues hago eso.
Te levantas rezongando,
maldiciendo el matrimonio. Carolina encuentra todo lo que necesitas, y con una
rapidez desesperante; lo prevé todo, te da una bufanda en invierno, una camisa
de lino y con rayas azules en verano; te trata como a un niño. Si aún duermes,
ella te viste, se desvive, y, al final, ya te han echado de la casa. Sin ella,
todo iría mal. Te recuerda que tienes que llevar un documento, una cartera… tú
no piensas en nada, ella piensa en todo…
Vuelves a casa cinco horas
después, a comer. La sirvienta está en la escalera, hablando a su móvil. Preguntas
dónde está Carolina, pues la creías esperándote.
—La señora está aún acostada.
Vas a verla y la encuentras
lánguida, perezosa, fatigada, adormilada. Ella veló toda la noche para
despertarte y por eso ha vuelto a acostarse; tiene hambre.
Tú eres la causa de todo ese desquiciamiento. Si la
comida no está lista, ella echa la culpa a tu madrugón. Y si no la encuentras
vestida, si todo está en desorden, la culpa es tuya. A todo lo que no va como
es debido, ella responde:
— ¿Y era necesario que te
levantases tan temprano?
Pobre mujer, es una incomprendida.
ResponderEliminarBesos
Ya es capricho eso de madrugar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vamos. Que al final el poche hombre tiene la culpa de todo jajajajaja
ResponderEliminarBesos ;)
jajajaja
ResponderEliminarBEsos =))))
Qué bien retratás el actuar de la mujer. No importa qué sea, la culpa es nuestra, siempre.
ResponderEliminarSaludos.