SOBERBIA
La soberbia o el orgullo es uno
de los pecados que más daño hacen a la vida matrimonial. Cuando el orgullo
despierta en tu casa y se acomoda en todos los rincones, ten por seguro que el
dolor será otra visita inesperada. Cuando no tienes en cuenta a tu cónyuge,
cuando la maltratas o la ignoras, dejas que la soberbia se alce sobre vosotros.
AVARICIA
Una persona avara es aquella que
acumula bienes para sí y no los comparte. Seguramente te dices, pero si yo
entrego el sueldo completo a mi familia, sin embargo cuando no eres capaz de
compartir la totalidad de tu corazón y te reservas algo, ya estás siendo avaro.
ENVIDIA
Cuando te comparas con tu
cónyuge, sientes celos por sus logros, crees que tu pareja no debería estar
alegre si es que tú te has levantado de mal humor. Es entonces que el pecado de
la envidia ya ha enquistado tu vida. El envidioso no disfruta nunca nada de lo
que tiene, porque siempre desea que le sucedan las cosas buenas que le suceden
a otros y se ubica en el lugar de víctima.
IRA
La ira es ese fuego que se
enciende con cada enojo y quema y destruye todo a su paso. Cuando el enojo se
pone entre ambos conyugues, el divorcio es un trámite a la vuelta de la
esquina. Los enojos que se acumulan, tarde o temprano estallan en ira. Para no
destruir tu matrimonio, debes aprender a expresar el enojo y la discrepancia de
una manera efectiva y positiva.
LUJURIA
Hoy en día este pecado se cuela
en los hogares con el simple deslizar de un dedo sobre una pantalla. Chatear en
lugares donde te incitarán al sexo, mirar pornografía y hacer comentarios
positivos a escenas o contenidos obscenos es dejar que la lujuria arruine tu
relación. Cuando miras pornografía, haces de tu cónyuge un objeto lujurioso con
el cual satisfacerte y, si no te satisface o no resulta como las imágenes que
viste, terminarás buscando fuera de la relación.
GULA
El pecado de la gula no se trata
solamente de comer todo a tu paso, también incluye ingerir todo aquello que te
haga daño, como las drogas, el alcohol. La gula puede vaciar tu alacena pero
también puede arruinar tu vida, con accidentes de tránsito por sobre ingesta
del alcohol, provocarte una muerte súbita por tener tus pulmones contaminados,
pero sobre todo la mayoría de las infidelidades comienza con una cena entre
amigos que se te fue de las manos.
PEREZA
La pereza comienza cuando no
quieres hacerte cargo de tus responsabilidades, cuando no eres capaz de luchar
por esa meta que se han puesto juntos, buscar la forma de recuperar a ese hijo
descarriado o desatender tus valores espirituales. La pereza no necesita una
hamaca para entrar en tu relación, alcanza con dejar que otros se hagan cargo
de tus obligaciones, ya sea el Estado, tus familiares o solo tu cónyuge cargue
con el peso de las cuentas.
Pues yo siempre pensé que el pecado de la gula en una pareja estaba bien...sentir ganas constantes de "comerte" a tu pareja -no siendo antropófago, claro- era algo bueno.
ResponderEliminarBesos
Para mí el peor es la envidia. Bueno y la soberbia y la avaricia. Esos tres son contrarios al amor.
ResponderEliminarBesos, Chaly.
Muy interesante, estos pecados capitales entre las parejas. Si mucha gente lo leyese, creo que sacarían muy buenas conclusiones al respecto.
ResponderEliminarAbrazo Chaly
Interesante este análisis de los pecados capitales en la pareja, como dice Rafa si algunas parejas los leyeran tomarían nota para no caer en ellos.
ResponderEliminarBesos Chaly
Puri
Esos están en todas las relaciones, impregnan la vida, pero estos son especiales.
ResponderEliminarCreo que de una relación y de la vida en general.
ResponderEliminarLos pecado... que rollo no?
Un abrazo :)
Bueno, los pecados son parte de la vida, no así el estar en pareja.
ResponderEliminarSaludos.
Pienso igual que Tracy.
ResponderEliminarBesos.
Y tb quizás en la relación con el mundo y con la misma vida.