martes, 9 de mayo de 2017

955: pecados capitales en una relación

SOBERBIA
La soberbia o el orgullo es uno de los pecados que más daño hacen a la vida matrimonial. Cuando el orgullo despierta en tu casa y se acomoda en todos los rincones, ten por seguro que el dolor será otra visita inesperada. Cuando no tienes en cuenta a tu cónyuge, cuando la maltratas o la ignoras, dejas que la soberbia se alce sobre vosotros.

AVARICIA
Una persona avara es aquella que acumula bienes para sí y no los comparte. Seguramente te dices, pero si yo entrego el sueldo completo a mi familia, sin embargo cuando no eres capaz de compartir la totalidad de tu corazón y te reservas algo, ya estás siendo avaro.

ENVIDIA
Cuando te comparas con tu cónyuge, sientes celos por sus logros, crees que tu pareja no debería estar alegre si es que tú te has levantado de mal humor. Es entonces que el pecado de la envidia ya ha enquistado tu vida. El envidioso no disfruta nunca nada de lo que tiene, porque siempre desea que le sucedan las cosas buenas que le suceden a otros y se ubica en el lugar de víctima.

IRA
La ira es ese fuego que se enciende con cada enojo y quema y destruye todo a su paso. Cuando el enojo se pone entre ambos conyugues, el divorcio es un trámite a la vuelta de la esquina. Los enojos que se acumulan, tarde o temprano estallan en ira. Para no destruir tu matrimonio, debes aprender a expresar el enojo y la discrepancia de una manera efectiva y positiva.

LUJURIA
Hoy en día este pecado se cuela en los hogares con el simple deslizar de un dedo sobre una pantalla. Chatear en lugares donde te incitarán al sexo, mirar pornografía y hacer comentarios positivos a escenas o contenidos obscenos es dejar que la lujuria arruine tu relación. Cuando miras pornografía, haces de tu cónyuge un objeto lujurioso con el cual satisfacerte y, si no te satisface o no resulta como las imágenes que viste, terminarás buscando fuera de la relación.

GULA
El pecado de la gula no se trata solamente de comer todo a tu paso, también incluye ingerir todo aquello que te haga daño, como las drogas, el alcohol. La gula puede vaciar tu alacena pero también puede arruinar tu vida, con accidentes de tránsito por sobre ingesta del alcohol, provocarte una muerte súbita por tener tus pulmones contaminados, pero sobre todo la mayoría de las infidelidades comienza con una cena entre amigos que se te fue de las manos.

PEREZA

La pereza comienza cuando no quieres hacerte cargo de tus responsabilidades, cuando no eres capaz de luchar por esa meta que se han puesto juntos, buscar la forma de recuperar a ese hijo descarriado o desatender tus valores espirituales. La pereza no necesita una hamaca para entrar en tu relación, alcanza con dejar que otros se hagan cargo de tus obligaciones, ya sea el Estado, tus familiares o solo tu cónyuge cargue con el peso de las cuentas. 

8 comentarios:

  1. Pues yo siempre pensé que el pecado de la gula en una pareja estaba bien...sentir ganas constantes de "comerte" a tu pareja -no siendo antropófago, claro- era algo bueno.

    Besos

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  2. Para mí el peor es la envidia. Bueno y la soberbia y la avaricia. Esos tres son contrarios al amor.
    Besos, Chaly.

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  3. Muy interesante, estos pecados capitales entre las parejas. Si mucha gente lo leyese, creo que sacarían muy buenas conclusiones al respecto.

    Abrazo Chaly

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  4. Interesante este análisis de los pecados capitales en la pareja, como dice Rafa si algunas parejas los leyeran tomarían nota para no caer en ellos.
    Besos Chaly
    Puri

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  5. Esos están en todas las relaciones, impregnan la vida, pero estos son especiales.

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  6. Creo que de una relación y de la vida en general.

    Los pecado... que rollo no?

    Un abrazo :)

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  7. Bueno, los pecados son parte de la vida, no así el estar en pareja.
    Saludos.

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  8. Pienso igual que Tracy.
    Besos.

    Y tb quizás en la relación con el mundo y con la misma vida.

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