El codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea.
Si es dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca aceptación.
Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás.
Da más importancia a los demás a que a sí mismo.
Se crea uno YO falso, pues en realidad no está cociente de quien es y esta tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás.
Se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal.
Invierte una enorme cantidad de energía en mantener una imagen o un estatus para impresionar porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan.
Todo pseudo amor es destructivo y uno de ellos es la codependencia.
Cuando una persona vive su vida a través de los demás y costa de sus legítimas necesidades, va mas allá de lo que exige el verdadero amor. Se quema hasta el punto de no quedar ya nada.
Todo amor que no produce paz, sino angustia o culpa, está contaminado de codependencia. Ese tipo de amor patológico, de obsesión, es sumamente destructivo. Al no producir paz interior ni crecimiento espiritual, no lleva a la felicidad.
La codependencia crea amargura, angustia, enojo y culpabilidad irracional. El fruto del amor debe ser la paz y la alegría. Si no es así algo anda mal
Además de verdad...
ResponderEliminarBesos, Chaly.
No puedo estar más de acuerdo contigo.
ResponderEliminarEs verdad , besos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
ResponderEliminarBesos
confieso que lo fui. y es un lastre
ResponderEliminarMuy cierto!
ResponderEliminarbesos =)))